Por quién doblan las campanas.
Hace poco en mi clase de literatura leí un poema de John Donne, Por quién doblan las campanas. Estuvimos trabajando más textos pero este fue mi favorito . ¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece? ¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla? ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe? ¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo? Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti. Lo que el poema quiere decir en mi opinión es que todos somos un individuo pero a la vez una especie de unión. Me gusta esta manera de ver las cosas porque